Si la pasada semana proponíamos una fotografía que transmitía optimismo, hoy nos ponemos más serios con este imagen que conmovió conciencias en el mundo entero en 1993. La instantánea retrata la hambruna de Sudán, y obtuvo el Premio Pulitzer en 1994; sin embargo, el fotógrafo fue muy criticado por no ayudar al bebé y, sin poder soportar las críticas, se suicidó ese mismo año. ¿Consideras que captar esa imagen para que el mundo comprenda el sufrimiento de un pueblo es más importante que salvar la vida del bebé? ¿O Piensas por el contrario que la foto es injustificable?
El niño me da pena
ResponderEliminarA MÍ TAMBIÉN, POBRECITO SI LE PUDIERA DAR ALGO DE COMIDA POR LA PANTALLA
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